¿Un plan para administrar el infierno?

El plan del gobernador Pablo Lemus para reducir las desapariciones tomará... 60 años. El 4 de junio desaparecieron una madre y sus tres hijos. Y lo más grave: Jalisco ya ni se inmuta.

PORTADACOMUNIDAD

Isaac Guzmán

6/8/20252 min read

El 4 de junio, una madre y sus tres hijos desaparecieron en la colonia Santa Rosa, en Tonalá. Víctor González Romero lo reportó. No fue nota de ocho columnas. No se hizo escándalo. No salimos a buscarlos todos. Y eso, justo eso, es lo más insoportable: que algo así pase… y no pase nada.

Eso es lo más devastador: que una familia entera pueda desaparecer en Jalisco… Y nadie se mueve.

En su Plan Estatal de Desarrollo, Pablo Lemus, gobernador de Jalisco, no presentó una estrategia para enfrentar la tragedia de las desapariciones. Lo que presentó fue un método de contabilidad del horror. Un plan que promete estadísticas, pero no justicia. Que entrega números, pero no esperanza.

De acuerdo con el investigador de la UdeG, Jorge Ramírez, el Plan Estatal de Desarrollo estima que, si todo sale bien, la incidencia de desapariciones en Jalisco bajará apenas un 9.3 % en seis años. Traducido a la realidad: si hoy desaparecen cinco personas al día, para 2030 desaparecerán… cuatro y media.

¿Ese es el futuro que nos ofrece? ¿Un “éxito” que sigue oliendo a fosa?

Siguiendo esa lógica, resolver el problema más grave de Jalisco tomaría más de 60 años. Es decir, sesenta años más de madres cavando con palas donde debería haber justicia. Sesenta años de cuerpos sin nombre, familias sin respuestas, y gobiernos sin vergüenza.

Mientras Lemus intenta vender expectativas mínimas como si fueran logros históricos, la realidad es devastadora.
Según el ex rector de la UdeG, Víctor Manuel González Romero, solo en mayo de este año se emitieron 163 cédulas de búsqueda. Más de cinco personas desaparecidas por día, solo en registros oficiales.

Y eso sin contar el silencio obligado: el de las familias que ya no denuncian por miedo a represalias del crimen organizado.
La cifra negra es un monstruo que no se ve, pero respira en cada esquina.

¿Eso es gobernar?
¿Eso es desarrollo?

No. Es una rendición. Firmada, sellada y presentada con membrete institucional.

Es decirle al ciudadano que la impunidad se queda, que la justicia tal vez llegará… pero para sus nietos.

Y mientras tanto, el contador sigue girando:

  • Más de 16,188 personas desaparecidas en Jalisco.

  • Más de cinco desapariciones al día.

  • Y un gobierno que ya se resignó.

Esto no es un plan.
Es una burla.
Un monumento a la administración del horror.

¿Hasta cuándo?
Hasta que dejemos de aceptar planes que buscan convivir con el infierno en lugar de erradicarlo.

Víctor Manuel González Romero dio cuenta del reporte por la desaparición de una mamá con tres hijos en la colonia Santa Rosa, Tonalá, Jalisco, el pasado 4 de junio. Y nosotros… callados.